Articulo: Ana Maria Dominguez
Parece que sí. Para ser líder hay que nacer con el don para serlo, y yo provengo de la actuación, había escrito -¡modestia, apártate!- buenos guiones, y los demás me seleccionaron para dirigirlos…y yo feliz.
Parece que sí. Para ser líder hay que nacer con el don para serlo, y yo provengo de la actuación, había escrito -¡modestia, apártate!- buenos guiones, y los demás me seleccionaron para dirigirlos…y yo feliz.
Ariel Bouza es feliz al cabo del tiempo “porque
la vida me ha dado más de lo que pensé que merecía, y Pálpito ha sido parte de
esas sorpresas”.
-¿Complacido entonces
con el palpitar de estos 23 años?
-Profundamente complacido. El nombre del grupo
viene del verbo palpitar, y del pálpito que significa presentimiento…Nos
interesa trabajar así, con el corazón, y palpitar siempre en la escena…Sentir
ese susto grande cuando se descorren las cortinas, y sentirse reconfortado con
el aplauso del público
“Teatro Pálpito nunca se ha detenido, y se ha
transformado con el tiempo, sin perder su esencia. Palpitamos todo el tiempo,
trabajamos con el corazón en la mano, y me complace tener, además, a actores
que llevan 14 años, 8, y 7 trabajando en el grupo...La permanencia es muy
difícil, sobre todo en La Habana, donde se tienen tantos caminos para
elegir”.
-Actúas en casi todas
tus obras… ¿Cómo te las arreglas para actuar y dirigir?
-Aprendí con el gran maestro Vicente Revuelta a
usar un doble y solo en los ensayos generales asumo mi rol. A mí nadie me puede
negar que actúe porque de ahí nací. De todos modos el teatro es colectivo y
todos podemos sugerir. El actor no es una marioneta… él también opina, piensa y
aporta a la obra…
-Es el actor quien
salva o no un error en una función…
-El actor es el centro del teatro. Como campeón
provincial de ajedrez que fui te digo que el actor es como el rey de ese
juego…Pueden desaparecer todas las fichas pero es él el que le da sentido a la
partida…
-¿Tendremos próximos
estrenos de Pálpito?
-Trabajamos en el estreno en junio de Los tres pichones en
décima guajira, a partir del cuento de Onelio Jorge Cardoso, y en mayo
tendremos La derrota, una puesta en la que uno de los más jóvenes de la
compañía se estrenará como director, y combinará la danza y el teatro.
-De tu experiencia
como profesor…
-Pudiera contarte un montón de anécdotas porque
con los alumnos se está aprendiendo todo el tiempo y ese proceso es
enriquecedor y necesario para la creación. De los tres tipos de maestro que
existen: el flojo de carácter al que nadie le hace caso, el fuerte de carácter
al que le tienen miedo y el que todos quieren y respetan, yo trato de ser este
último, y me alegra que muchos quieran sumarse al grupo y terminar de formarse
con nuestra estética. El actor necesita transitar por todos los géneros porque
es la única manera de crecer como ser humano y como artista, y Pálpito trabaja
el teatro para niños, para jóvenes y dramático.
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