miércoles, 1 de junio de 2016

El pálpito de Pálpito.







Teatro Pálpito debutó en los Estados Unidos  con Historia de una muñeca abandonada del dramaturgo Alfonso Sastre (Madrid, 1926)  en la sala miamense de Artefactus Project el pasado sábado 4.

 Ariel Bouza Quintero, director de la compañía mencionada, y Gleris Garcés incorporan los personajes de Paquita y Lolita, respectivamente.
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Bouza Quintero (Manicaragua, Villa Clara, 30 de diciembre del 1969), es Licenciado en Artes Teatrales, especialidad de actuación por el Instituto Superior de Arte (ISA). Su curriculum vitae es amplio en cuanto a su desarrollo profesional. Resumiéndolo: cursos y talleres (7), obras en las que actuó o dirigió (37); docencia, profesor auxiliar en la especialidad de actuación del ISA, entre otras actividades relacionadas con la enseñanza; giras al extranjero (14), premios nacionales (36).
Teatroenmiami.com palpitó al conversar con Ariel.
La compañía se crea en el 1993. ¿ Cuál fue la motivación?
Me gradúo en el 1992 del ISA. Me integro a La Colmena, cuyo elenco lo integraban actores mayores, graduados. Carlos Alberto Cremata, quien estudió conmigo, era el director. Realizamos un taller con actores que deseaban pertenecer al grupo. Monto una versión de Pinocho. Cremata me dijo: “ Ya tienes un grupo”. Y era mi intención porque quería dirigir. Así Pálpito comenzó a dar quehacer en La Habana.
¿ Por qué Pálpito?
Es lo que yo le exijo al actor cuando está en la escena. Uno como actor debe estar palpitando siempre. Un  sicólogo puede decir que es un presentimiento, pero es el susto que sufre el actor antes de salir a escena, el miedo a enfrentar lo desconocido. Viéndolo un poco más kitsch, es actuar con el corazón en la mano…
¿ Más kitsch…?
Sí, para mí no lo es, pero la gente lo ve así. Es actuar con el alma..
 Quizás, ¿más telenovelero…?
Quizás más melodramático, de novelitas rosas.
Pálpito tiene veinticinco miembros, ¿hay cama pa’ tanta gente?
Sí, cómo no. Tengo espectáculos de doce actores, con el elenco completo. Además, actores somos dieciséis. El resto son productores, promotores, costureras, entre otras ocupaciones.
¿ Tienen sede?
En La Casona de Línea.
En el repertorio tienen clásicos…
Todos versionados.
¿ Estas versiones tienen que ver con la cultura cubana?
Siempre. Desde su fundación, Pálpito trata de rescatar tipos de juglares del teatro cubano para dignificarlos, no para burlarse de ellos. Es la diferencia con otras visiones, que yo no estoy de acuerdo, pero la gente tiene que vivir. Se burlan de una historia que está latente. El Negrito, La Mulata hacían el diario de la semana en Cuba. Dicen que es un teatro inferior y es mentira: es superior. Cuando surgió, fue como burla a las óperas y zarzuelas que traían de España.
Estos personajes son caricaturescos…
Sí, lo son.
¿Esa característica la puedes incorporar a los clásicos que recreas?
Claro que sí. Todo género que se asuma en serio, con el corazón en la mano, palpitando, el público lo entiende. Se puede hacer una farsa lo más astracanada posible, pero válida. Todos los géneros lo son. Además, cuando un actor llega a Pálpito se integra al trabajo con máscaras. A partir de la característica visual que el actor sea capaz de crear a través de esta, comenzamos a construir el personaje. Es tan válido construir de adentro hacia afuera como de afuera hacia adentro.
¿ Cómo escogen el repertorio?
Trabajamos con dramaturgos que parten de nuestras necesidades de expresión. Yo no hago nada en absoluto si no tengo nada que decir.
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En cuanto a las versiones…
Sí, mira. Hay una cosa que decía el maestro Rine Leal, que refresco con frecuencia, afirmaba que tú no puedes abordar un clásico sin tener en cuenta tu realidad inmediata porque no conociste la época de Shakespeare, por ejemplo. Qué texto de él me dice algo a mí o al grupo que yo le pueda decir a las personas didáctica o lúdicamente.
¿ Hasta qué punto Sastre está en la versión de La muñeca abandonada?
La historia está. Nos apoyamos en personajes del teatro bufo. Yo tuve la suerte de que Sastre la presenció en Cuba. Fue en un festival de teatro, creo que el 2000. Nos presentamos en la salita del Museo de Arte Colonial. Quedó encantado con la versión de Norge Espinosa a partir de nuestros intereses. Con El diablo me acompañe, de Abelardo Estorino, tuve la dicha que él viera varias reposiciones y que saliera a saludar con nosotros. ¿ Qué tiene de Sastre la muñeca? La historia que estamos contando, quién la cuenta es lo que aportamos. Envejecimos a Lolita y Paquita, creando una historia que no existió.
Si del bufo se trata la improvisación es vital…
Es parte del espectáculo.
Pero hay actores graduados con diplomas de oro incapaces de improvisar. ¿No es una limitación para tus propósitos?
Yo tengo actores que se han demorado hasta cuatro años para entender lo que les pido. Mirando y encima del escenario se aprende muchísimo más, a veces, que en las escuelas. Esa es mi experiencia en catorce años de docencia. Los actores que yo no puedo formar son los que pasan el servicio social dentro de Pálpito porque creo que les falta práctica, formación. Pálpito es una unidad docente del ISA. Hemos preparados a muchísimos actores. Allá y aquí los veo. Improvisar es extremadamente difícil, pero se aprende. En el teatro popular la clave es no caer, jamás, en el populismo. El teatro ofrece la posibilidad de que se puede enmendar los errores para defender nuestra poética hasta que uno muere.
¿ Qué opinas del teatro cubano de hoy en día? Tengo entendido que en Santiago de Cuba, por citar una ciudad, es un desastre.
Yo no diría que es un desastre. El teatro en todas partes del mundo siempre está en crisis y de la crisis es de donde surgen las cosas buenas. Si no hay crisis no hay desarrollo.
O sea, el teatro siempre tiene que estar en crisis…
Siempre. Hablar de teatro y decir que no está en crisis me parece un gran disparate, aun cuando las personas que lo realizan y lo reciben digan que es el esplendor más grande porque después viene la crisis. Ahora en Cuba hay muchos jóvenes empezando a dirigir. Dramaturgos que se están apartando, respetando todos los criterios que pueden haber en el arte porque nada es cuadrado sino circular. Las leyes existen para ser violadas. Hay muchos que han roto las fronteras habidas y por haber, intentando una dramaturgia con estructuras distintas…
¿Podrías mencionar algunos?
No me atrevería porque no es el tipo de trabajo que yo realizo.

  • Rine Leal ( La Habana, 1930-Venezuela, 1996). Crítico, investigador y profesor de teatro cubano.
  • Abelardo Estorino ( 1925-2013). Dramaturgo, director y crítico teatral cubano.
  • Servicio social. Labor que se le asigna a un graduado universitario por un tiempo determinado al finalizar sus estudios.

Historia de una muñeca abandonada. Sábados, 11 y 30 a.m. Domingos, 3 pm. Hasta el 25 de abril en Artefactus Teatro, 12302 SW133 Ct. 786-704-5715.

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